sábado, abril 14, 2012

Para mis patéticos y psicópatas enemigxs.

M.R.A. Y T.Y.L., ESTAMOS FELICES Y CONTENTOS, Y NO HAY NADA EN EL MUNDO QUE PODÁIS HACER PARA EVITAR ESO.

La mujer salvaje.


 L A MUJER SALVAJE.
1.- Despeluchamiento.
Quitar los pelos a la mujer salvaje, a la loba.
Despeluchen, en primer lugar, las piernas e ingles de la mujer salvaje, esto es: arránquenle sin piedad su manto natural y, si desea una mayor sofisticación aún, rasúrenle el pubis para que quede todo pinchoso.
Las mujeres NO pueden tener vello en las axilas, ¡es horrible!; posiblemente, un pecado mortal de primera magnitud.
- Pues claro, es antiestético y antihigiénico...
-  ¿Y los tuyos, so guarro?
-  Bueno, en los hombres queda... varonil, pero en las mujeres, machorro.
-  Anda, ven, que te voyadecí lo que opino; ¡zas¡ zarpazo a la yugular y asunto concluido (voy a enjuagarme la sangre; ¡uy, qué rica es!).
Una vez bien despeluchadita la loba pueden, si lo desean, peinarla, permanentarla, perfumarla con aromas distintos a los suyos propios, pintarrajearla, ponerle unos trapitos y unos lacitos rosas y... ¡voilá! Ahora tiene usted un inofensivo y estúpido caniche en lugar de una mujer. Puede sacarla de paseo, pero poco; presentarla a un concurso de belleza; hacerle cucamonas diversas; presumir de lo arregladita que va, y -¡muy importante!- controlar enormemente sus ciclos naturales y cópulas, no se le vaya a preñar.
Es importante saber que la mujer salvaje asoma de nuevo la cabeza de forma muy insolente e incontrolable en cada embarazo, así que mejor... esterilícela; ¡esterilice a la perrita y esterilice a la loba, hombre, esterilícelas!; ¡pida ayuda al cura más próximo si usted no sabe aún cómo hacerlo!
2.-De compras.
A la sociedad patriarcal no le interesan demasiado las lobas, lógicamente; así que la industria, controlada hoy aún mayoritariamente por hombres (cuanto más “arriba”, más hombres), no fabrica ropa para lobas sino para corderitas, caniches y conejitas.
- Oiga, por favor, deme una lustrosa y GRAN capa de loba feroz.
- Lo siento, señora (¿?), sólo tenemos trapitos mal cosidos y ajustados para corderitas, caniches o conejitas; pruebe en FEAS, MACHORRAS Y GORDAS UNIDAS, ahí en la esquina.
- Pero, amable señorita ardillita, ¿es que no ve usted que yo no soy ni fea ni machorra ni gorda y, lo más importante, que no estoy UNIDA?
- Mire, señora (¿?), yo no puedo hacer más, y además ¡está usted muy caduca!
- (¡Zas! Zarpazo en la yugular y salgo trotando con el hocico todo ensangrentado; ¡uy, qué rica está esta ardillita tan mona¡).
3.- El cinturón de seguridad.
El cinturón de seguridad del automóvil le cae a la mujer loba justo a la altura de los generosos senos; ¿es para estimularla sensualmente y así se sienta más vi-va mientras viaja en coche? No, es porque el estándar está fabricado a la medida de los hombres.
4.- Amor y cortejo.
Ilustremos los modos amorosos y de cortejo de la mujer salvaje o loba por contraste con los de la mujer domesticada:
a)      La mujer caniche.
Primera regla y muy importante: la mujer caniche y sus compañeras, la mujer cordera y la mujer conejita, han de ser pequeñas y, si no lo son porque la naturaleza ha sido cruel con ellas, al menos parecerlo (puede una agacharse, exhibir una postura o actitud de “siento mucho ser hermosa y fuerte”, etc.). Esto es muy lógico; los hombres saben así que, por muy farrucas que se puedan poner y muy mujeres que sean alguna vez, podrán con ellas aunque sólo sea por inexorables leyes de la física.
En pos del sacrosanto objetivo de la pequeñez o, en muchos casos, de la desaparición total, la mujer doméstica puede autoeliminarse de hambre, rebanarse partes enteras del cuerpo (menos las tetas, que son para uso y disfrute del hombre) y contraer extrañas enfermedades letales (anorexia, vigorexia, bulimia, depresión...) por miedo y vergüenza de su propio cuerpo natural. Un hombre se suicida por no tener dinero; una chica por tener "demasiados" kilos.
Cuando quiere ligar, la mujer caniche se arranca los pelos meticulosa y muy dolorosamente, se hace ricitos y cosas así, se pone cuatro tonterías y se deja ver por el hombre para que este exclame: ¡qué mona!, y quizá se la quiera llevar, para lo cual éste le pone los arreos y un abriguito ajustado y ridículo para que realce su hambrienta figura.
b)      La mujer cordera.
¡Es tan mona e indefensa! La mujer corderita transmite al sexo opuesto el mensaje: soy buena, soy cariñosa, cocino muy bien, casi nunca hablo; ¡uy, qué dulce soy! Me podrás tener en casa como a un ángel del hogar, como al reposo del guerrero que nunca te discute y siempre te reafirma en lo guapo, inteligente y hombre que eres; criaré a tus hijos como soles, porque tu noble estirpe merece descendencia en consonancia; te calentaré los pies en la cama; apenas comeré y apenas te pediré follar; te lavaré y plancharé la ropa; tendré ideas estupendas que me podrás copiar sin problema, etc., etc., etc.
c)      La mujer conejita.
Como las anteriores, la mujer conejita es pas-iva y asustadiza. Si busca pareja, por imperativos de la naturaleza, fundamentalmente, adoptará actitud de cebo; pondrá toda su carne “en el asador” y, con continuados y extraños movimientos de pelo, ojos, labios, senos, manos, piernas, nalgas, dejará caer la idea de “follo como dios”, “la chupo como nadie” y además “estoy disponible”; pero, eso sí, sin decir ni hacer gran cosa salvo dejar bien claro el pedazo de carne que es. A esta, si quieres, la puedes maltratar y mearle encima porque lo comprende, no le importa; ya se cobrará ella su parte a su manera.
d)      La mujer salvaje o la mujer loba.
Esta irá despeinada (¿sabíais que todas las mujeres que lo pasan bien van despeinadas porque todo lo divertido despeina?) y sin depilar; no le da la gana. Se identifica también porque, evidentemente, no es pequeñita -y, si lo es, parece grande- y porque no sigue más modas que la suya propia. Otra cosa; no se calla nunca; a veces habla... ¡hasta más que ellos! Pero no dice tonterías; es ingeniosa, audaz y muy leal. Si quiere ligar, la mujer salvaje puede ir hacia el objeto de su deseo y expresarle claramente y sin ambages que lo desea. La loba liga más que las demás porque no pierde el tiempo y lo intenta innumerables veces, y cuando no más, mejor; los hombres valiosos y sensibles suelen apreciar la sinceridad, el ingenio, la fuerza y la autenticidad por encima de otras cualidades más aburridas. 

A la mujer loba le da absolutamente igual que la rechacen y las críticas o reproches de los demás; ella está muy segura de la sabiduría ancestral que la anima y es además notablemente espiritual, mística y creadora. Le chifla ir desnuda por el bosque; a sus compañeros también, afortunadamente.

jueves, abril 05, 2012

SERES COOLTIVADOS.

                        Un puerro tiene su vello púbico en un extremo del que sale un tallo largo y liso en capas. No te líes a bocados con el puerro porque eso sólo conseguirá empeorar vuestra relación. El ser del puerro busca la sinergia con el nabo, la patata, el apio y ansía salir de su yo para mezclarse con los demás hasta quedarse blando, suave y dulce después de haber hecho su notabilísima aportación al conjunto horticooltural. 


                        No lo parece, pero el calabacín es un ser muy sensible. Se lo puede cortar, trocear y triturar, claro, porque esa es su razón de ser, pero no de cualquier forma; con sentido, con norte, con delicadeza, con estilo, con sen-si-bi-li-dad. Si le cuentas una historia triste al calabacín, llorará; si por el contrario es una historia alegre, es muy probable que te salte a la cara a darte unos besitos y unas car-antoñas.


                        El tomate es arrabalero y alegre por naturaleza y lleva su rojez con una naturalidad pasmosa, si tenemos en cuenta que es uno de los pocos frutos que, ostentando este color, se suele mezclar con hortalizas verdes y blancas. En cierto modo, su rojez y acidez lo convierten en uno de los reyes del puchero, el plato y el bol. No tiene vergüenza ninguna, y esto viene fenomenal en un mundo infectado de pusilánimes.


                   La zanahoria tiene una considerable melena verde, lo que, junto a su característico color anaranjado, hace que muchos la tomen por punk. Lo más destacable de su textura es su dureza, pero pocas personas saben que ésta procede del año 803 a. C., cuando las zanahorias fueron brutalmente esclavizadas y obligadas a funcionar en condiciones de extrema dureza: taladrar vías públicas a pelo, echar puertas y portalones abajo, etc. A la zanahoria le encanta el estilo dip americano, pero tampoco le hace ascos a una buena olla o a una boca agradable y agradecida.


                        La patata tiene ojos pero prefiere no ver, porque, total, la mayoría de las veces la van a hacer mal... Es recia y regia, con una piel muy eficaz que la protege del envejecimiento prematuro y una carne amarilla que gusta de ser cocida, asada, frita o hecha puré. Aborrece el exceso de aceite, y también sus subpreparados en chips cuasi-artificiales. Ella es práctica, realista, tranquilona y muy buena conversadora.

                        La lechuga no tiene demasiada personalidad; rara vez nos encontramos un plato de lechuga sin alguna clase de aliño u otros elementos como el tomate, la cebolla y un largo etcétera. Pero en eso precisamente reside su grandeza, y en el hecho de que está deliciosamente clorofilada y, si es buena, crujiente. El cogollo es su joya, y mirado de forma cenital, puede asemejarse a una fresquita y verde vulva femenina.


                        Las acelgas son gregarias, van en matojos, muy juntos sus largos, planos y lisos tallos y, eso sí, unas abundantes melenas verdes al viento que son la envidia de Carmen Lomana y sus amiggas. Como el apio, su primo hermano, presentan una textura lacia adecuada para mezclarlas con otras hortalizas más recias o para rehogar con ajo; pero no el de los micropoemas, ¡¡¡por dior!!!, sino el otro, el antivampiros.


                        Hoy hablaremos del a31416o, o sea, del apio. Es de tallos largos y hojas deliciosamente aromáticas. El a31416o queda fetén en ensaladas, en las típicas "dip" americanas, mojando su tallo en gran variedad de salsas, a cual más engordante, y perfuma de forma inigualable cualquier guiso que se te ocurra hacer; con nabo, patata, zanahoria, puerro, carne, etc. Es elegante y siempre una buena idea. ¡Viva el a16o!


                        Cualquiera diría que el nabo es la ostia por su frecuente asimilación al miembro viril, pero, como sabemos bien, no es oro todo lo que reluce. Tímido, color hueso, pasa casi desapercibido y es raro encontrar uno que se asemeje a una hermosa y tersa verga enhiesta. Son más bien más cortitos o medios, ...arrugados y con algunos pelitos. Aún así, insustituibles, por su sabor y aroma, en cualquier cocina que se precie.


                        El rábano es tan salao como las antiguas pesetas. Son pequeños, encarnados por fuera y blancos por dentro, con su ramillete verde en el extremo o tallo. Hay rábanos que pican como demoños, lo que es el motivo principal por el que mi hijo no los quiera ni ver. Solos, o en ensalada, le dan una alegría de feria al plato, y si no los usamos más es porque somos vagos de solemnidad.


                        El brócoli ostenta un título nobiliario, el Brocco, que deja a la altura del betún a su hermana la coliflor. Pero él es VERDE, lo que en el mundillo horticooltural significa "sangre azul". Y por si fuera poco, todas esas propiedades antioxidantes y anticancerígenas que le han atribuido se le han subido al cogollo de una forma que, si no fuera porque está delicioso, le iban a dar mucho por coolo.


                        El boniato está seriamente acogotado por la evidente prepotencia de la patata. Por fuera, se parecen un huevo, pero el boniato es mejor; más dulce, más tierno y su carne más anaranjada y aromática. El boniato no habla, como la patata; él canta y hace versos. Mientras lo asas en una parrilla te recitará a Góngora mientras va estimulando tus jugos gástricos. Es un A-M-O-R.

miércoles, abril 04, 2012

Un gran poeta de 8 años, recién cumplidos, llamado MARINO. :))))))))

Del viernes 4 de diciembre de 2009.

Poemas para Alicia, de Marino (copiados tal cual de tiras de papel).

Poema 1: "Eres tan bonita / como una rosa / sin ti el día es la noche / y la noche, el infierno".


Poema 2: "Eres la rosa más preciosa / si no fueras tan deliciosa / En el prado eres deslumbrante / si no fueras tan brillante".


Poema 3: "Todos se enamoran de ti / cuando te oyen cantar / Todas tienen envidia / porque también eres orquídea".


Jajajajaja, ¡¡¡qué tío!!! ¡¡¡Así ya se puede ser mamá!! ¡¡¡Besos!!!

martes, febrero 07, 2012

AGRADABLEMENTE ATADA.

Estábamos deseándolo los dos, y por fin encontramos el tiempo durante el Madrid-Chipre. A él le gusta, a mí no.

Le pedí que me atara a la cama desnuda y boca arriba: las muñecas al cabecero, los pies separados y también esposados a la cama; los ojos vendados y la boca sellada. El trato era dejarme así, maniatada, esposada, durante unos diez minutos, sola, pensando en mis cosas: en los niños jugando al balón, en las uvas tan hermosas que había comprado, en el maravilloso libro que tenía sobre la mesita de noche... La temperatura era perfecta, agradable. Cuanto más tiempo pasaba esperándolo más se me hinchaba y humedecía la vulva y más se me estremecía todo el cuerpo.

Pasaron los diez minutos acordados y entonces entró el. Me desató levantó los tobillos y me penetró primero muy despacio, muy dulce, y después sin concesiones, contundente hasta la misma boca del útero.

Pues gracias al partido tuve el mejor orgasmo que recuerdo; ¡de algo tenía que servir!

¿DÓNDE ESTÁ LA CARNE?

Le pedí la mano a un señor y era de plástico.
Se la pedí a un muchacho y era de PVP.
Se la pedí a una señora y era de nylon.
Se la pedí a una muchacha y era de poliéster.

¿DÓNDE ESTÁ LA CARNE?