domingo, diciembre 14, 2008

El negro


Holas. Aquí nos hallamos el Polaski y servidora ocupados en las siguientes cosas:

- Búsqueda, con ilu, de local propio.

- Búsqueda, con ilu, de gigs (a ver si contesta Costello...).

- Preparación sicológica (de "higos") para tocar en la fiesta de fin de año en Rock Palace con muchos más locxs como nosotrxs.

- Y garbeos por Madrid viendo cosas, cosillas y cosazas.

Estoy muy feliz por la participación de los contribuyentes a este blog (gracias, bienvenidos todos, nos gusta muchísimo lo que hacéis), y aprovecho para invitar a más firmas interesadas a que se expresen aquí en ese sentido (preferiblemente con algo de experiencia en publicar).

Pero vayamos a mi tema de portada: el negro (entiéndase sin el menor menosprecio sino todo lo contrario: profunda admiración y devoción).

Hoy domingo bajamos P. yo a comer a Lí tras ciertos devaneos disolutos de fin de semana. Ambiente agradable y, poco después de sentarnos, se coloca, justo enfrente de mí, el negro. Es bellísimo; una esbelta pantera negra dentro de un favorecedor y fashion jersey color mostaza de cuello alto que realza no sólo su profundo y arrebatador color sino también sus facciones, afiladas, duras (pero no tanto), marcadas. Boca y labios inmensos y llameantes, ojos menudos pero rasgados y ardientes, piel de viaje astral, tipazo, tipazo y tipazo y, bueno, no le vi la polla pero estoy segura de que va a juego (grande, tersa, negra, recubierta de recias venas...). Así que, a estas alturas, ya me hallo medio desvanecida; él lo sabe (es la segunda vez que nos encontramos), y por eso se ha colocado justo ahí y me mira con deliciosa discreción; y, of course, cada vez que me levanto a por algo, lo que ocurre hasta tres veces; me falta un vaso, me faltan unos cubiertos y ahora me falta una servilleta (y no tengo paciencia para esperar a que me los traigan).

A estas alturas estaréis pensando lxs malpensadxs: "hay qué vé qué tía más puta, sentada junto a su pareja..."; pero es que no nos conocéis bien; somos totalmente disolutxs, de manera que, mientras tanto, P. se dedicaba a algo muy parecido con una hija-mujé, morena, que se hallaba sentada en la mesa contigua a la del negro; con su padre, para más inri y mayor morbo. La nena parecía también estar por la labor y no sólo le dedicaba a P. oblicuas miradas flameantes, sino que -lo vi yo- se recostaba un poco, sensual y lánguidamente, dejando en primer y bien visible término un escote bastante trémulo, entreabierto y prometedor.

Salimos, un poco borricxs los dxs, y el negro, que para más señas porta una bonita bolsa de papel que reza "Christmas Revolution", está en la barra departiendo con dos contertulios (averiguamos, pegando la oreja, que es caribeño).

Sabemos que volverán lxs dxs. Así que hemos entrado en casa tarareando aquella de Sex Pistols que decía: Problems, problems...

Jaja¡¡ Nada mejor para sobrellevar los dos putos grados centígra-dos que hay ahí afuera¡¡

Besazos,

Alixx

Foto: sí, ese, Robert Mapplethorpe¡