lunes, diciembre 17, 2007

Iluminación en el Caribe

Un grupo de budistas europeos, de clase media-alta, se encuentran muy emocionados ante la perspectiva de un curso-retiro espiritual impartido por uno de los mejores maestros en la materia, alguien de reconocido prestigio en el mundillo. Como es natural, todos se hacen lenguas con el asunto y ante la perspectiva de pasar un par de extraordiarias semanas entre asanas, meditaciones diversas y enseñanzas elevadas, todo esto junto al mar y entre palmeras y hermosos/as nativos/as. Antes de embarcar, los quince participantes han desembolsado una importante suma de dinero para cubrir todos esos menesteres.

Pues bien, tras un vuelo normal y cansado, como casi todos los transoceánicos, llegan al lugar de destino embelesados por la temperatura, el ambiente y el emplazamiento. Les espera allí una persona contacto que les informa, algo desconcertado, que su Maestro ha tenido que marcharse súbitamente; pero ha dejado una nota para ellos. La persona-gallito del grupo se hace con la nota en cuestión y la lee en alto para todos los demás:

"Buscáis la iluminación, pero me temo que yo no puedo dárosla porque todo lo que necesitáis está dentro de vosotros mismos; si miráis bien ahí la encontraréis sin duda".

Y no volvió. El dinero, tampoco. ¡Una buena enseñanza pero un poco onerosa!

Besos,

Alicia XX